miércoles, 23 de noviembre de 2011

Todos los días sale el sol.


Quizá no es el mejor momento de mi vida, más bien, lo estoy pasando realmente mal. Saber que te tengo cerca y no poder tocarte es la peor de mis desdichas, y ¿que puedo hacer? Absolutamente nada. Solo tú podrías sacarme de esta pesadilla, pero no es el momento, ¿verdad? No vas a hacerlo, ni hoy, ni mañana, ni probablemente... nunca. No tienes la culpa, no se puede obligar a nadie a sentir algo que no siente en realidad, pero eso no quita que me duela más que nada. Que cada día sea un infierno, el estar tan cerca y a la vez tan lejos, el saber que cuando me miras no lo haces como me gustaría... Dicen que el dolor es obligatorio y el sufrimiento opcional, no me lo creo, que nos lo digan a los que día a día perdemos un pequeño trozo de nosotros mismos, o a aquellos que lo han perdido todo de golpe y sin opciones a otra cosa. Sencillamente no saben lo que dicen. Pero bueno, después de la tormenta siempre llega la calma, y a pesar de la noche más oscura, todos los días sale el sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario