domingo, 18 de marzo de 2012

No detenerse nunca.

El corazón nos traiciona en el momento menos esperado… Un día sonríes por algo que te acaban de contar y al momento siguiente la tristeza se ha apoderado de ti a través de los recuerdos. Siempre son los recuerdos. Siempre atacan cuando menos lo esperas y por supuesto, cuando menos lo necesitas. Cuando eres vulnerable, cuando todo puede hacerte daño es cuando aparecen, para acabar con todo, para recordarte las cosas que no empezaron o que empezaron y acabaron mal. Pero es triste, porque nosotros mismos somos recuerdos, somos lo que hemos vivido, nuestras propias vivencias nos han convertido en lo que somos, nuestros propios recuerdos. El corazón y la mente se alían para destruirnos un poco cada día. Pero todo pasa, ahora solo nos queda sonreír y seguir para adelante, pues lo importante no es cuanto tardas en llegar, lo que importa es no detenerse nunca.

miércoles, 15 de febrero de 2012

B.M.


Tu dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tu dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tu dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por eso es que que tengo miedo cuando dices que me amas

jueves, 8 de diciembre de 2011

De la única manera que sé.



Es casi enfermizo quererte de esta manera, pero me conoces mejor que nadie y ya sabes que soy un poco masoquista en ese sentido. Yo no lo planeé, ¿sabes? es más, yo no quería esto ni nada parecido. Yo era feliz a mi manera, sintiendo las cosas lo justo, sin esperar nada de nadie y viviendo tan deprisa que muchas veces tenía que pararme a respirar. Un día apareciste tú, me paraste, me hiciste darme cuenta de cosas que antes no veía, conseguiste que fuera más despacio cuando a nadie más le había importado lo que yo hiciera. Pero claro, nada es para siempre y esto no es una excepción. ¿Qué pasó? Que me enamoré de ti. Como una tonta. Bueno, de la única manera que sé.

martes, 29 de noviembre de 2011

Con corazones fríos no hay que jugarse nada.


Duele mucho, ¿sabes? Bueno, tú que vas a saber... Si tuvieras una mínima idea de todo el dolor que provocan tus actos te lo pensarías dos veces antes de ir por la vida pisando los corazones del resto de las personas. Porque, perdóname por repetirme, pero duele, demasiado, más de lo que jamás habría imaginado que podrían doler estas cosas. Siempre creía que la gente que estaba mal por temas amorosos eran personas exageradas y demasiado dependientes de otras para su propia felicidad, yo siempre estaba sola y feliz por no atarme a nadie de este modo. Pero en fin, puedes adivinar lo que ocurrió. ¿Qué pasó? Tú pasaste, y vamos que si pasaste, dejaste tu huella y te fuiste igual que viniste, sin avisar, dejando como único recuerdo hacia ti el resentimiento. Ya es tarde para volver a la vida que llevaba antes, donde estaba tan encerrada en mi propia felicidad que nada de fuera me afectaba, te dejé entrar en mi pequeño mundo y lo destrozaste disparando una bala directa a mi corazón. Solo me queda aprender, y es que esto es así. Con corazones fríos no hay que jugarse nada. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

A veces el silencio es la mejor opción.


A veces necesitamos un golpe para espabilar. O a veces un golpe nos espabila antes de lo necesario. Cada espina que me clavas hace que esta vida sea un poco más difícil, pero soy demasiado cobarde incluso para acabar con todo. Prefiero encerrarme entre las cuatro paredes de mi cuarto, enterrarme debajo de mis sábanas y llorar, desconsoladamente, hasta tener que parar por que me falten lágrimas para seguir, y quedarme dormida abrazada a mi almohada imaginando que es tú. Aunque luego al despertar y querer pensar que todo ha sido un mal sueño, la realidad me golpee con el mazo de la certeza. Te parecerá un método cobarde, pero me resultaría imposible enfrentarme a ti mientras me miras a los ojos y me dices que no me quieres. Sería demasiado insoportable. Lo siento, a veces el silencio es la mejor opción.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Si no juegas, has perdido.


Que hoy me toca mover ficha, me toca dar un paso más hacia la victoria o retroceder para esperar mi derrota, pero no voy a cesar de intentarlo hasta que gane la partida. Estamos en la mayor partida de todas y de momento estamos en tablas, lo que nos jugamos es muy grande, podemos doblarlo o perderlo todo, pero el juego está avanzado y todavía no se ven indicios de quién puede ser el ganador. El adversario es bueno, pero nosotros somos más fuertes, solo tenemos que demostrarlo. ¿Qué contra quién jugamos? Contra el destino. Es una partida a contratiempo que debemos ganar pase lo que pase, porque no podemos permitir que acabe con esto que es nuestro y que tanto nos ha constado conseguir. El amor y la liberad están de nuestra parte, la muerte de la suya, es verdad que dicen que cuando juega la muerte siempre gana la partida, pero no debemos rendirnos, hoy no jugamos contra ella. Y es que la vida es un juego. Si juegas, puedes perder, si no juegas, has perdido.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Todos los días sale el sol.


Quizá no es el mejor momento de mi vida, más bien, lo estoy pasando realmente mal. Saber que te tengo cerca y no poder tocarte es la peor de mis desdichas, y ¿que puedo hacer? Absolutamente nada. Solo tú podrías sacarme de esta pesadilla, pero no es el momento, ¿verdad? No vas a hacerlo, ni hoy, ni mañana, ni probablemente... nunca. No tienes la culpa, no se puede obligar a nadie a sentir algo que no siente en realidad, pero eso no quita que me duela más que nada. Que cada día sea un infierno, el estar tan cerca y a la vez tan lejos, el saber que cuando me miras no lo haces como me gustaría... Dicen que el dolor es obligatorio y el sufrimiento opcional, no me lo creo, que nos lo digan a los que día a día perdemos un pequeño trozo de nosotros mismos, o a aquellos que lo han perdido todo de golpe y sin opciones a otra cosa. Sencillamente no saben lo que dicen. Pero bueno, después de la tormenta siempre llega la calma, y a pesar de la noche más oscura, todos los días sale el sol.